Manuel se unio a los aliados en la segunda guerra mundial y en la toma de Berlin, junto con un comando ruso, confisco un valioso botin. Se lo llevaron para Rusia, donde vivio en una dasha, en el monte de Anadir. Despues de que un franco tirador le disparo con su rifle ocasionando una avalancha, quedo sepultado bajo la nieve durante cuarenta y seis anos, cuando unos esquimales lo hallaron y lo revivieron.
Sin saber la fecha, desde Alaska llego a Miami y luego a Cuba donde e sorprendio cuando no solo noto que tenia un nieto que se veia mayor que el, sino que el comandante Castro lo habia declarado un heroe de la patria -por haber ido a pelear con los rusos en la sangrienta batalla de Kiev y salvarle al vida a Stalin.- Le habia mandado esculpir una estatua y habia decidido llamarlo Don Manuel.
Al ser un democratico innato, cuando el comandante leyo una carta que supuestamente Manuel le habia enviado a su maestro y le dijo al pueblo de Esmeralda que el heroe era un comunista desde sus anos colegiales, este exploto en un ataque de ira y le dijo al comandante que era mentira, que el nunca habia sido comunista ni habia ido a Rusia a pelear en la batalla de Kiev, que el habia peleado con los americanos porque ellos habian liberado a Cuba de la corona espanola y el era un hombre muy agradecido.
El final de la novela es imprevisto para el lector, aunque predecible y sobre todo digno."