"Si, ciertamente el espiritu es de naturaleza divina, y solo la voluntad del hombre puede descubrir sus mas exquisitas expresiones en dadiva creyente. Hay un poder supremo para matizarlo y pulirlo. El hombre puede hacerlo a base de una paz interior, de una obra sapiente, de un amor desinteresado y de una caridad, esperanza y fe sentidas en lo mas profundo de su Corazon." Adalberto Garcia de Mendoza