Tan hondos, graves y extensos son los efectos causados en la mujer por los malos tratos que le inflige su pareja que no s lo hieren el ser ntimo de ella y rompen su integridad psicol gica y moral sino que abarcan y se extienden tambi n a sus hijos, a sus nietos, a su entorno, a sus relaciones sociales, afectan a su profesi n, a su salud y a su forma de vida posiblemente para siempre. Los da os condicionan profundamente sus relaciones posteriores con amigos, familiares, trabajo, ulteriores parejas y hasta el lugar que esa mujer puede habitar, pues no vuelve nunca a ser ella misma ni a encontrarse con su ser esencial completo. La ceguera social que tapa y silencia la gravedad de esos da os agranda a n m s el dolor de la mujer y esconde a los ojos de todos y de la propia mujer su condici n de superviviente. Tan s lo a trav s de la comprensi n de la hondura del da o sufrido, el apoyo de otras personas, el trabajo sistem tico de crecimiento personal de la superviviente y la profunda aceptaci n de lo irreparable, unido a la actitud comprensiva de su entorno y sobre todo a la fuerza de la amistad con otras mujeres, puede la mujer superviviente de malos tratos lograr la dignidad a que tiene derecho y restablecer la paz consigo misma y con la vida. En esta novela hay tres protagonistas y tres historias entrelazadas. En esencia El canario desnudo trata del da o a largo plazo que estas tres mujeres reciben de un solo hombre, representado por el canario desnudo. Pero ellas son capaces de reestructurarse, ayudarse, cuidarse, apoyarse, formar red y encontrar para s nuevos planteamientos de vida y de futuro. En "El canario desnudo" Graciela Vald s, salvadore a, inmigrante, da ada por los avatares de su extra a vida, es veterana acompa ante de enfermos graves y terminales para una ONG madrile a que la escoge como tutora de Julia del Valle, mujer maltratada por su pareja quince a os atr s, ya separada y supuestamente curada. Julia trata de aprender con Graciela t cticas de acompa amiento de enfermos. Un d a, Graciela es llamada de urgencia al hospital Doce de Octubre para acompa ar a un accidentado que est en la UVI y necesita estimulaci n para salir del coma. Conforme el herido va recuperando la memoria y Julia cae en la cuenta de qui n es ese hombre, las implicaciones de la realidad levantan tal tormenta de emociones enquistadas en ella, que su vida y la de las mujeres de su entorno se ver profundamente alterada en tan s lo seis d as.